En 1821, California se convirtió en una de las tres
provincias interiores que tenía México al norte de Río Grande junto a Texas y
Nuevo México, cuando este país obtuvo su independencia. El gobierno secular
mexicano pronto acabó con el sistema de las misiones y muchos de los
asentamientos fueron abandonados, manteniéndose poco cohesionada la sociedad de
los californios.
La capital del gobierno mexicano estaba en Monterrey (la
otrora llamada San Carlos del Monterrey). Empero, la apertura de los mercados
de China, tras la campaña inglesa de la Guerra del Opio, y de Japón, tras la
expedición del comodoro Perry, hizo muy atractiva a California para los Estados
Unidos, que ya se habían repartido el antiguo territorio de Oregón (actuales
estados de Washington, Idaho y Oregón) con Inglaterra (zona de la actual
Columbia Británica).
El control mexicano (reconocido por las potencias antedichas
en 1825) sobre la Alta California o Nueva California (actual California
estadounidense) acabó cuando un grupo de estadounidenses al mando de Richard
Henry Dana y John Sutter, más el coronel Mariano Vallejo, integrantes de la
sociedad secreta del Black Bear, declararon el 14 de junio de 1846 la
independencia de la República de California. Casi inmediatamente los rebeldes
permitieron la ocupación de ésta por las fuerzas estadounidenses que estaban en
guerra con México; aun así en la Alta California se produjo una de las pocas
victorias mexicanas (San Pascual).
La derrota mexicana en la Intervención Estadounidense en
México obligó al gobierno mexicano, por el Tratado de Guadalupe Hidalgo, a
ceder California a los Estados Unidos, junto con las demás Provincias
Interiores, en 1848. Ese mismo año se descubrió oro en California, más
exactamente en un sitio llamado Coloma dentro del ejido del Sutter's Mill
(Molino de Sutter), actual Sacramento, y llegaron muchas personas al nuevo
territorio estadounidense para buscar oro y probar suerte. En pocos años, los
4000 habitantes que había, tuvieron que asimilar la fuerte inmigración.
California se convirtió oficialmente en un estado en 1850 y
desde ese entonces la capital se localizó en Sacramento, sustituyendo a
Monterrey. La entrada de California en la Unión fue muy controvertida debido al
desequilibrio político que causaba la entrada de un estado no esclavista en el
país. Durante algún tiempo se apoyó la idea de dividir al estado en dos: uno
esclavista y otro «libre». Tal como ocurriera con Texas y Nuevo México al ser
transformados en territorios (y bastante después estados) estadounidenses, sus
territorios fueron repartidos entre otros nuevos, por ejemplo con partes de
California se creó Nevada y parte de Arizona (esto sin contar los territorios
ya cedidos antes de 1825).
El estado se benefició del impacto del descubrimiento de
oro, pero eso no calmó las tensiones locales. Las elecciones presidenciales de
1850 demostraron la división estatal, ya que tres candidatos se repartieron los
votos, ganando Abraham Lincoln el estado con tan solo el 32 % de los votos. El
escenario estaba listo para una guerra entre las fuerzas políticas y sociales
de los Estados Unidos.
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