(Nikita Serguéievich Jrushov, Jruschev o Kruschev;
Kalinovka, Kursk, Rusia, 1894 - Moscú, 1971) Dirigente de la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas. Procedente de una familia minera, participó
en la Revolución bolchevique (1917) y luchó en el Ejército Rojo durante la
Guerra Civil que le siguió (1918-20). Luego hizo carrera política en el Partido
Comunista de Ucrania, hasta llegar a ser primer secretario de la región de
Moscú (1935-38) y de la República de Ucrania (1938-49).
Desde este último cargo se esforzó por reducir el
nacionalismo ucraniano; organizó la anexión de los territorios ganados por Ucrania
en virtud del reparto de Polonia entre la Alemania nazi y la Unión Soviética; y
dirigió la resistencia contra la invasión alemana en el curso de la Segunda
Guerra Mundial (se distinguió especialmente en la batalla de Stalingrado).
Sobrevivió a todas las purgas de la época, haciendo gala de un gran celo
estalinista. En 1949 regresó a Moscú, donde empezó a destacar como especialista
en cuestiones agrícolas en el Comité Central.
Al morir Stalin en 1953, Kruschev fue elegido primer
secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética, compartiendo el poder
con una dirección colegiada del Presídium del partido. Paulatinamente, Kruschev se erigió en líder de una corriente renovadora, dispuesta a romper con el
pasado estalinista: primero se deshizo del ministro del Interior Beria, que
representaba la pervivencia del estalinismo; la mala marcha de la economía le
permitió apartar también a su rival, el primer ministro Malenkov (1955); la
dimisión del nuevo primer ministro, Bulganin, en 1958, permitió por fin a Kruschev concentrar personalmente la dirección del Estado y del partido.
En 1956 defendió ante el XX Congreso del Partido un informe
en el que denunciaba los crímenes y errores de la época de Stalin, el culto a
la personalidad y el dogmatismo ideológico. Un año después eran expulsados del
Comité Central los dirigentes más significativos de la etapa anterior, en medio
de un proceso general de desestalinización. Y en 1961 hizo que el XXII Congreso
del Partido condenara oficialmente a Stalin.
Kruschev orientó la política soviética en un sentido
liberalizador, pero manteniéndose dentro de la ortodoxia comunista y de la
dictadura de partido único. Así, aunque impulsó la reconciliación con la
Yugoslavia de Tito, no dudó en intervenir militarmente para aplastar la
revuelta anticomunista de Hungría (1956) y rompió con la China de Mao (1961).
Aunque acuñó la doctrina de la «coexistencia pacífica» con el bloque
occidental, las relaciones con Estados Unidos incluso empeoraron, a raíz de la
construcción del Muro de Berlín (1961) y del intento de instalar misiles en
Cuba (1962).
Bajo su mandato, la URSS obtuvo logros significativos en la
carrera espacial (lanzamiento del primer satélite en 1957 y primer vuelo
espacial tripulado en 1961) y en la carrera de armamentos; pero fracasó en su
intento de llevar la rivalidad entre las superpotencias al terreno económico.
Lanzó planes orientados a revitalizar la economía soviética para alcanzar a
Estados Unidos: descentralizó la planificación aumentando la autonomía de
regiones y empresas, impulsó la colonización de tierras vírgenes en Siberia,
fomentó la investigación científica, prestó mayor atención a la agricultura y
la industria ligera, dio prioridad al abastecimiento de bienes de consumo.
Fueron precisamente sus fracasos en materia económica (los
malos resultados agrícolas obligaron a la importación masiva de cereales) los
que, unidos al aislamiento exterior, debilitaron a Kruschev y permitieron que
se fraguara una conspiración para apartarle del poder. Las reformas que había
iniciado para aligerar la burocracia le habían hecho impopular en el partido y
en la Administración. En 1964 fue forzado a dimitir, sucediéndole al frente del
partido uno de sus más estrechos colaboradores, Leonid Brezhnev.
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