León Trotsky, político revolucionario ruso creador del
Ejército Rojo, murió el 21 de agosto de 1940 víctima de las heridas causadas el
día anterior por el español Ramón Mercader en México, donde residía al final de
su periplo por varios países tras ser desterrado por Stalin de la Unión
Soviética en 1929.
El día anterior, 20 de agosto de 1940, ocurrió el atentado
mortal. Pese al resguardo en su casa de Coyoacán, en la Ciudad de México, logró
infiltrarse en el círculo más cercano del político un español (catalán, en
verdad), Ramón Mercader, quien resultó ser un enviado secreto de quien había
jurado dar muerte el viejo comunista ruso: José Stalin. El asesino utilizó un
pico de alpinista (piolet) para herirlo de muerte, en su propio despacho.
Hacía tres meses, el 24 de mayo de 1940, Trotsky había
salido bien librado de un primer atentado, cuando un grupo de veinte hombres,
liderados por Shelton Harte, guardaespaldas del propio Trotsky; el pintor
muralista David Alfaro Siqueiros y su cuñado, Leopoldo Arenal Bastar,
irrumpieron en la casa de Coyoacán. El
tiroteo no causó víctimas mortales pues los asaltantes fueron repelidos.
Sin embargo, León Trotsky no tuvo la misma suerte ese 21 de
agosto de 1940, pues el cuerpo del creador del famoso “Ejército Rojo”, no
soportó la gravedad de la profunda herida en la cabeza que le propinó Mercader.
Falleció ese día, en el hospital de la Cruz Verde, tras
numerosas cirugías con las que intentaron salvar su vida. Trotsky estuvo en
tierra azteca tres años y medio, desde enero de 1937.
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