El 12 de agosto de 1981 es una fecha especial dentro del
mundo de la computación porque marcó un punto de inflexión en la fabricación de
computadores y, además, popularizó su uso extendiéndolos más allá del mundo
empresarial o del mundo universitario. Han pasado 30 años desde que IBM lanzase
al mercado el IBM 5150. también conocido como IBM PC un ordenador que, además
de democratizar el acceso al mundo de la informática, estableció un estándar de
hardware y software que supuso el abandono de las investigaciones de muchas
empresas en otras tecnologías y logró poner, al fin, de acuerdo a los
fabricantes apostando por la interoperabilidad.
El concepto de PC (Personal Computer) no era nuevo, de
hecho, ya existían computadores destinados al usuario doméstico como el
Commodore PET, la familia Atari de 8 bits, el Apple II, el TRS-80, y varias
máquinas CP/M, como el Osborne. Incluso IBM ya había lanzado, en 1975, el IBM
5100 que incorporaba un monitor, un teclado y un sistema de almacenamiento de
datos integrados en un único chasis (si bien su precio no era nada popular,
20.000 dólares de la época) y estaba orientado a entornos profesionales principalmente.
Así que viendo la tendencia de sus competidores, IBM se puso manos a la obra,
en julio de 1980, para desarrollar un ordenador personal que pudiese irrumpir
en todos los hogares, eso sí, debería basarse en una arquitectura abierta,
seleccionando los mejores componentes y el software de las mejores empresas;
principios que catapultarían al IBM PC hacia el éxito y lo convertirían en un
estándar de mercado.
Según cuenta IBM en su historia oficial:
En septiembre de 1980 en Boca Raton (Florida, Estados Unidos),
un equipo de 12 especialistas recibieron el encargo de desarrollar en un año
"una máquina que la gente deseara tener".
El equipo, formado por 12 personas, estaba dirigido por Don
Estridge y Lewis Eggebrecht como Diseñador en Jefe. Desarrollaron el equipo en
un tiempo récord, un año, lo cual hizo que necesitasen permisos especiales por
parte de IBM para "saltarse" algunos de los flujos internos de la
compañía. La primera parte del problema, la del hardware, resultó la más
sencilla y comenzó con la elección de los componentes y el tipo de
arquitectura. Con el procesador, el equipo de IBM lo tuvo muy claro y optó por
el Intel 8088 (dado que Intel era líder en el mercado de procesadores en esa
época), un procesador con un bus de 8 bits diseñado en 1978 y cuya versión
anterior (el 8086) había resultado todo un éxito. Una vez elegido el procesador
había que seleccionar el resto de componentes y, una vez más, rompieron con una
de las tradiciones de IBM.
Hasta ese momento, IBM siempre había desarrollado sus
propios componentes pero, si se buscaba un desarrollo ágil, había que
seleccionar componentes existentes en el mercado (OEM). Para el monitor,
decidieron utilizar uno que había sido diseñado por IBM Japón y como impresora,
un modelo de EPSON. Se optó por una arquitectura abierta que permitiese a otros
fabricantes desarrollar y vender componentes, periféricos y aplicaciones
compatibles con el IBM PC sin necesidad de pagar licencias, con tal fin, IBM
redactó (y vendió) un manual (el IBM PC Technical Reference Manual) que incluía
esquemas de los circuitos, el código fuente de la BIOS e información sobre la
programación de la máquina.
Sin embargo, el verdadero problema de IBM era la elección
del sistema operativo, algo que podría determinar el éxito o el estrepitoso
fracaso del proyecto. En esa época el CP/M gozaba de mucha aceptación y se
usaba en otras computadoras, curiosamente, IBM pensaba que el CP/M había sido
desarrollado por la recién nacida Microsoft (y no por Digital Research), así
que una delegación de IBM se reunió con Bill Gates dispuesta a
"comprarle" el CP/M. Lógicamente, de esta reunión no salió ningún
acuerdo y, tras el patinazo, IBM fijó una reunión con Digital Resarch. Gary
Kidall, que era el dueño de la compañía, faltó a la cita y su mujer, que
también dirigía la empresa, pidió a IBM tiempo para revisar el acuerdo con sus
abogados. IBM, que no quería esperar, volvió a citarse con Gates para ver si
Microsoft podría ofrecerles un sistema operativo para su PC.
Gates, en uno de los movimientos más astutos de la historia,
prometió a IBM un sistema operativo más potente que el CP/M si bien no se lo
vendería, les ofrecería licencias. Los ejecutivos de IBM, más centrados en
vender máquinas que otra cosa, pensaron que era un buen trato así que aceptaron
las condiciones de Gates. Sin embargo, Gates no tenía nada que ofrecer aún, así
que compró por 50.000 dólares el QDOS de Tim Paterson, un sistema del que
decían era un plagio del CP/M y que Gates rebautizó a MS-DOS (aunque en su
primera versión, vinculada al IBM PC, se lanzó como PC DOS 1.0).
Finalmente, tras 11 meses de trabajo, el 12 de Agosto de
1981 IBM lanzó exitosamente su nueva creación, el IBM PC, con un
microprocesador Intel 8088, 16k de RAM, ampliables a 256k, una unidad de
diskettes de 160k, un monitor de pantalla verde monocromo y equipado con
PC-DOS. Su precio de venta era de 3.285 dólares, unos 2.300 euros, un lujo para
esa época (en España el salario medio era de 394 euros). Seis semanas después
de su lanzamiento, Tecmar tenía 20 periféricos disponibles para el IBM PC:
expansión de memoria, tarjetas de adquisición de datos, chasis de expansión,
etc.
Las previsiones de ventas se superaron con creces, las
estimaciones para cinco años se superaron en un solo mes y, en tres años, IBM
había vendido más de 250.000 unidades. No obstante, seguía siendo caro para
gran parte de los consumidores si bien, gracias a que IBM era considerada una
marca sólida frente a empresas jóvenes como Apple o Commodore, las ventas
fueron a buen ritmo. Los desarrolladores de software vieron en el IBM PC una plataforma
en la que podrían desarrollar aplicaciones que pudiesen extenderse a otras
plataformas más avanzadas por lo que, gracias a la compatibilidad, el negocio
del software se activó muchísimo.
La hegemonía a IBM no llegó a durar ni tan siquiera dos
años. Las condiciones de Bill Gates, al licenciar el sistema operativo, y la
arquitectura abierta de IBM, propiciaron que otros fabricantes lanzasen
computadoras compatibles IBM PC. Estos clónicos, además de desbancar a IBM (50
fabricantes comenzaron a lanzar sus modelos con precios mucho más bajaos),
catapultaron los ingresos de Microsoft y la situó en una posición
extremadamente ventajosa. Intel y Microsoft cerraron un acuerdo, conocido como
Wintel, fruto del cual cada vez que Intel lanzase un nuevo procesador al
mercado, Microsoft ya tendría lista una nueva versión de MS-DOS para vender.
IBM, gracias al IBM 5150, sentó las bases de la arquitectura
que hoy en día siguen, prácticamente, todos los fabricantes de computadoras sin
embargo, su aportación (y un mal acuerdo comercial) le hizo perder su posición
en el mercado y lo amplió hasta llegar a lo que hoy conocemos treinta años más
tarde.
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